Por unos capuchones...¡vaya cuatro días!

-Yo paso de quedarme en mi casa, que en cuánto mi madre se entere de lo que hemos robado… nos “lían la traca”, es una tontería, pues como si nada… ¿y si nos gastamos parte de la pasta que nos dieron para las clases en un viajecito?

-Pues ¡ya te digo tío! Pero… ¿dónde nos vamos? Tan solo tenemos 4 días y unos ¡80 pavos en el bolsillo!

-Lo tengo todo controlado chaval, tú no te me ansíes… que verás ¡qué planazo en plena naturaleza!…

-A ver…cuéntame el plan tronco.

-Tío primero tengo que explicarte algún que otro concepto, que si no, no te enteras de que va esto… parque natural, nacional o reserva ecológica son todos espacios naturales, pero la reserva ecológica es un área protegida, al igual que el parque nacional, pero que posee una flora o fauna o una serie de rasgos geológicos de especial interés científico, y si ahora tío, comparas el parque natural y el nacional, tienen una diferencia clara, y es que el natural está menos alterado por la mano del hombre, y supongo que habrá más diferencias pero no sé tío, no las recuerdo…

- Bueno, y ahora me dices donde vamos a ir ¿no?

- Que sí, que sí. El primer día iremos a Málaga, por aquí cerquita, Cortes de la Frontera, ¿te suena? Bueno es igual, te lo voy a explicar te suene o no. Se trata de un parque natural, el que tiene el índice de pluviosidad más alto, vaya que no nos va a faltar el agua, pero aparte hay una vegetación muy heterogénea, y las paredes se caracterizan por su verticalidad y su profundidad, así como la presencia de los buitres leonados, los que “dominan el terreno” tío, pero también existe la presencia de la cabra montés, o incluso murciélagos. Esa noche la vamos a pasar en plan “tranqui”.

-Pero ¿cuánto tardaremos?

-Eso cogemos el coche y en cuestión de una hora o así nos plantamos allí. Pero no todo va a ser eso, que también practicaremos alguna actividad como barranquismo, escalada, senderismo...

-Guay, guay, me gusta

-Venga pues  sigo entonces. Al siguiente día, cambiamos de provincia, nos vamos para Cádiz, concretamente el segundo día iremos a la Garganta Verde, ¡me encanta ese sitio tío! De unos 4km de extensión, es uno de los Parques Naturales de la Sierra de Grazalema, más emblemáticos. Esta garganta fue creada a consecuencia de la actuación del arroyo del Pinar, creando una profunda garganta. Además posee en mitad, una estructura natural conocida como “ermita” con estalactitas, eso tiene que ser…”pá verlo”… Si queremos adentrarnos en lo más profundo de ésta, debemos de olvidar por un rato lo que vienen siendo los rayos del sol, y darle la bienvenida al aire fresco y suave. A lo largo del cauce del rio, se distinguen tres altos escalones, que para bajarlos deberíamos de usar una tirolina y así salvarnos de los charcos. Eso sí…tenemos que ser conscientes de la importancia de este parque, y no hacer ninguna tontería, porque está súper protegido, además solos no vamos tío.

-¿Cómo que no?

-Que va, necesitamos una autorización, ¡que ya la tengo por cierto! E ir acompañados de un guía

-Ah venga, entonces…

-Pues eso, y dormir pues dormimos en un apartamento rural cercano a la zona.

-Madre mía tío, eres un fenómeno, siempre lo tienes todo pensado, ¡así da gusto!

-Bueno y ya al tercer día nos vamos a la Peña Zaframagón, una pasada por cierto. Es otro parque natural situado en el límite entre Cádiz y Sevilla. Lo caracteriza el peñón que le da nombre, de un 1km cuadrado de unos 300 m de altitud cuyo punto más alto es de unos 584 metros. Aquí hay otra garganta tío, la del Estrechón, excavada esta vez por el río Guadalporcún, caracterizada por su morfología kárstica, además tiene cascadas  y marmitas. Podremos realizar senderismo, mientras apreciamos la magnífica vegetación, así como la diversidad de animales que lo conforman (águilas perdiceras, alimoches, zorros..) Y esa noche pues nos vamos al complejo rural El Peñón.

-Bueno, que no se te olvide que aún nos queda un día.

-Tenlo claro, no se me ha olvidado, ese día, iremos a Baelo-Claudia, a las dunas, pasaremos un día de relax absoluto, y sobre las 5 de la tarde, de vuelta a casa.

-¡Vámonos pavo mío, vámonos! “Jajajaj” que yo no quiero ver la cara de mi madre hasta dentro de cuatro días, porque si no muero tío, que muero “jajaja”

-Ya ves, y todo por robar el capuchón de un bolígrafo…